Al pequeño Elías le conocí con tan solo unos meses, y le hice sus primeras fotos de estudio, porque sus papis querían hacer una invitación para el día de su bautizo. En ella pusimos las fotos más bonitas de la primera sesión de Elías y quedó preciosa.
Ahora con unos meses más, y cuando ya es capaz de sentarse y mantenerse solito, han vuelto para hacerle otra sesión fotográfica. El resultado es muy diferente, porque aunque solo hay unos meses de diferencia entre la primera y la segunda sesión, el progreso en el crecimiento de Elías es muy grande, así que los papás tendrán un recuerdo para siempre de los primeros momentos del peque, y es que, crecen taaaaan rápido…